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Gabriela Lechuga Juárez

“¿La mejor política exterior es una buena política interior?”

Reflexiones sobre la actual política internacional en México (Parte II)

Gabriela Lechuga Juárez*



Andres Manuel Lopez Obrador (AMLO). Foto: Reuters


Defensa de la soberanía frente a Estados Unidos


Cuando el tabasqueño realizó su primer viaje a los Estados Unidos, el 7 de julio de 2020, para sostener una reunión con el entonces presidente norteamericano Donald Trump, a propósito de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); analistas nacionales e internacionales auguraban al presidente López Obrador una reunión complicada, luego de las ofensivas declaraciones de Trump contra los migrantes mexicanos; para sorpresa de propios y extraños, Trump, terminó aplaudiendo el discurso del presidente López Obrador y el viaje permitió limar las asperezas que habían surgido durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.


El discurso de AMLO fue contundente, quizá nunca se habían escuchado palabras como esas en la propia Casa Blanca, fue un mensaje de soberanía, que puede parecer poco para algunos, pero que es inédito en la historia de las relaciones entre ambos países, además ante una figura tan polémica como Donald Trump. La esencia del texto pronunciado se puede resumir en este extracto: “Usted (presidente Donald Trump) no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto, nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano.”[1]


En este sentido, queda de manifiesto un elemento que no se debe perder de vista, el carácter performativo del discurso, es decir, que la propia enunciación de un discurso de soberanía en la Casa Blanca es, ya, un acto soberano.


Pero no todo ha sido “mero discurso”, como algunos critican. De hecho, en los meses recientes, México vivió un episodio histórico, tras la presentación a la Cámara de Diputados, por parte del titular del Ejecutivo, de una reforma constitucional en materia eléctrica, que tenía como objetivo la nacionalización del litio y la recuperación de la rectoría energética del Estado (manejando el mercado de la electricidad en un 54%), a través del fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) –la empresa estatal-. Esta propuesta de reforma, “inquietó” no sólo a la oposición conservadora, sino también a las empresas y al propio gobierno norteamericano, quien envió en reiteradas ocasiones al encargado de “la lucha contra el cambio climático”, John Kerry, y al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, para “dialogar” con el mandatario mexicano ante lo que podría ser una posible violación al Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos Canadá (T-MEC), en caso de que la reforma eléctrica se aprobara.


Hablamos de un episodio inédito, porque desde el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) que nacionalizó la industria petrolera y el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964) que, a su vez, nacionalizó la industria eléctrica, no se presentaba una iniciativa de reforma que buscara recuperar el control de un sector tan estratégico como eléctrico, y también porque desde ese época, México no había tenido un jefe del poder Ejecutivo que tuviera un discurso tan claro de defensa de la soberanía, frente a los intereses particulares nacionales y extranjeros.


Incluso, López Obrador planteó en su momento, llegar a tribunales internacionales, para defender la industria eléctrica mexicana, en caso de que Estados Unidos arguyese una contravención a los acuerdos del T-MEC. Además, AMLO, impidió que un grupo de funcionarios norteamericanos “supervisará” el proceso de reforma, por considerarlo violatorio de la soberanía nacional. Así, López Obrador declaraba en su conferencia matinal de 1o de abril de este año:


“Algún periódico (planteo), que (funcionarios de Estados Unidos) vinieron a ‘jalarnos las orejas’[2] y que nos impusieron que se acepte la participación de un grupo del gobierno de Estados Unidos, para que revise todo lo relacionado con nuestra iniciativa (eléctrica). Como es lógico, nosotros no podríamos aceptarlo, ni de Estados Unidos ni de Canadá, ni de China ni de Rusia (…) Es como si yo voy a Estados Unidos y le propongo al presidente Biden que reduzca el precio de las gasolinas por decreto, en Estados Unidos; con razón me diría: ‘Y tú qué te metes, deja de estar de zalamero’[3](…) Eso ya no (se) permite. A lo mejor sí, a lo mejor en otros tiempos, gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya no son los tiempos de antes.[4]


La iniciativa de reforma eléctrica propuesta por el Ejecutivo fue rechazada el domingo 17 de abril de este año. A pesar de que Morena, el partido en el gobierno, y sus aliados, obtuvieron 275 votos a favor de la iniciativa, no se alcanzó la mayoría calificada que una reforma constitucional requería, luego de que los partidos opositores, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), votaran en contra de su aprobación. A pesar de ello, quedó de manifiesto la voluntad del presidente de llevar hasta las últimas consecuencias el discurso de la soberanía energética y las acciones gubernamentales que ponían los intereses nacionales, por encima de los intereses de las empresas del sector, aunque ello generara conflicto con el gobierno norteamericano. Ulteriormente, López Obrador logró su objetivo, por otra vía, al proteger la industria electica y nacionalizar el litio a través de la aprobación de la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley Minera.


Del “vamos a darnos una pausa” al “son unos borregos”


Finalmente, otra de las características de la actual política exterior de México, ha sido la dura crítica del presidente López Obrador a organismos, instituciones internacionales y gobiernos extranjeros, a través de foros y, en ocasiones, por fuera de los canales diplomáticos tradicionales. La mayoría de ocasiones sin tomar en consideración al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Particularmente, nos referimos a tres episodios.


El primero se dio durante el segundo viaje de Andrés Manuel López Obrador a la Unión Americana, en concreto, a la ciudad de Nueva York, el 7 de noviembre de 2021, para encabezar el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas; como era evidente, el tema principal fue la seguridad, pero a través de un enfoque radicalmente distinto. El texto redactado por el presidente no se centraba en garantizar la seguridad de los países a través del uso de la fuerza, el aumento de efectivos policiacos o el incremento en el uso de las armas, sino en una seguridad y una paz que “es fruto de la justicia”, y por ello, intrínsecamente vinculada con el combate a la desigualdad, la concentración de la riqueza, la pobreza, la corrupción o la migración forzada. En sus términos, AMLO lo expresó como “el derecho a una vida libre de temores y miserias, que sigue siendo el más sólido fundamento de la seguridad para todas las sociedades y los Estados”. [5]


Incluso, el discurso obradorista planteó como causa de la creciente inseguridad global, un sistema económico como el neoliberal que, “socializa perdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recurso naturales y de los bienes de los pueblos y naciones (…)(A causa del neoliberalismo), el espíritu de cooperación pierde terreno ante el afán de lucro y, con ello, nos deslizamos de la civilización a la barbarie y caminamos como enajenados, olvidando principios morales y dando la espalda a los dolores de la humanidad.”.[6]


El mensaje cobra especial relevancia en un mundo donde el sentido común se ha vuelto neoliberal e incluso, dentro de las fuerzas de izquierda, se ha desdibujado la posibilidad de sociedades que no estén centradas en el libre mercado.


Adicionalmente, el mandatario mexicano aprovechó este espacio para hacer una dura crítica, a la Organización de Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al mecanismo Covax de distribución de vacunas. En su intervención inaugural, López Obrador recordó que “mientras las farmacéuticas privadas han vendido el 94% de las vacunas, el mecanismo Covax, creado por la ONU para países pobres apenas ha distribuido el 6%”, lo que calificó como “un doloroso y rotundo fracaso”.[7] Cabe recordar que AMLO ya había tenido desacuerdos con el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus por el lento proceso de aprobación de las vacunas CanSino y Sputnik V.


Igualmente, AMLO llamó a que el organismo más relevante de la comunidad internacional, la ONU, “despierte de su letargo y salga de la rutina, del formalismo; que se reforme y que denuncie, (que) combata la corrupción en el mundo, que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta, con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo”[8] y remató señalando que “nunca en la historia de la ONU se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no sólo las consecuencias”.[9]


El segundo episodio ocurrió el 9 de febrero de este año, cuando el presidente mexicano planteo una “pausa” con España en una conferencia de prensa. Para contextualizar, debemos recordar que desde que tomó posesión del cargo Andrés Manuel López Obrador, éste realiza una conferencia de prensa diaria[10], para opinar e informar de los principales temas en la agenda nacional, así como responder a las preguntas que formulan diversos medios de comunicación que asisten a las denominadas “Mañaneras”, que es como popularmente se conoce a este ejercicio de ruedas de prensa. Es, precisamente, en este espacio de comunicación, en dónde el titular del Ejecutivo ha hecho declaraciones, en contra de actores internacionales, que le han generado innumerables críticas, por el contenido de las mismas, y por estar fuera de los canales diplomáticos oficiales. En aquella ocasión afirmó que se necesitaba una “pausa” en la relación con España, derivada del abuso sistemático que empresas españolas como OHL, Repsol e Iberdrola, hicieron a través de contratos, ventajosos o inclusive ilegales, otorgados en sexenios pasados, y que resultaron en un daño al erario público. Así explicaba el mandatario mexicano la “suspensión” de las relaciones con el país ibérico:


“La pausa es: vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. O sea, sí queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos, con todos los pueblos del mundo, pero no queremos que nos roben. Así como los españoles no quieren que lleguen de ningún país —y hacen bien— a robarles, pues tampoco queremos nosotros (…) El asunto es arriba. No nos debemos de confundir, o sea, no confundir lo que es un gobierno con lo que es una nación, es distinto. Entonces, todo esto que estamos hablando eran acuerdos arriba, de las élites. [11]


A pocas horas de la declaración, el canciller español, José Manuel Albares recibió con sorpresa el anunció y pidió explicaciones al gobierno mexicano, por hacer un afirmación de esta naturaleza en un contexto informal, sin ningún comunicado oficial previo.


Este incidente, no es más que la continuación del desgaste en las relaciones con el país ibérico que data de marzo de 2019, cuando tan sólo tres meses después de asumir el cargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta al rey de España, Felipe VI, en la que instaba al gobierno español, aprovechando que en 2021 se conmemorarían los 500 años de la caída de Tenochtitlán y los 200 años de vida independiente de México, a reconocer los crímenes cometidos contra las poblaciones originarias y a pedir disculpas por los mismos, en el texto de la misiva destacaba:


“México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan (…)Tanto en la conquista como en el proceso de colonización que siguió se cometieron incuantificables violaciones a las leyes entonces vigentes; entre las más públicas y notorias, (…) se impuso la fe y se construyeron templos católicos sobre las antiguas pirámides y con los materiales de éstas; se instauraron la esclavitud y las encomiendas; las tierras propiedad de los naturales fueron usurpadas y repartidas a colonizadores y a órdenes religiosas; se realizó un sostenido saqueo de las riquezas naturales, particularmente por medio de la minería; se implantó un ordenamiento social basado en la segregación de castas y razas; se impuso la lengua castellana y se emprendió la destrucción sistemática de las culturas mesoamericanas. [12]


La última controversia en la que se vio inmiscuido el presidente López Obrador tuvo lugar al darse a conocer una resolución emitida por el Parlamento Europeo el 10 de marzo de 2022, en la que se condenaba la violencia contra periodistas y defensores de derechos humanos en México, a la vez que exhortaba al gobierno a tomar acciones para esclarecer los asesinatos y brindar mecanismos de protección a los comunicadores[13]. En la resolución se infería que una de las causas del entorno desfavorable para el ejercicio periodístico era que:


“el presidente López Obrador ha utilizado con frecuencia una retórica populista en las conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas; que la retórica de abuso y estigmatización genera un ambiente de agitación incesante contra los periodistas independientes; que, bajo el pretexto de luchar contra las noticias falsas, el Gobierno mexicano ha creado una plataforma de propiedad estatal para exhibir, estigmatizar y atacar a la prensa crítica”.[14]


Ese mismo día, por la noche, el presidente López Obrador respondió a través de una carta en la que calificaba a los europarlamentarios de “borregos”, es decir, de votar una resolución sin reflexionar por sí mismos, dejándose llevar por intereses privados y grupos reaccionarios, que de acuerdo con el mandatario, se oponen a la transformación social del país. En la carta se leía:

Sepan diputados europeos, que México ha dejado de ser tierra de conquista y, como en muy pocas ocasiones en su historia, se están haciendo valer los principios libertarios de igualdad y democracia. Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas. El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice (...) No olviden que ya no somos colonia de nadie. México es un país libre, independiente y soberano. Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial.[15]


La rudeza con la que está redactada la carta no fue bien recibida por los europarlamentarios e incluso varios respondieron al presidente mexicano. Pero entre los sectores que apoyan la actual administración, la misiva fue un acto de soberanía y de claro anticolonialismo frente a una Europa acostumbrada a dar lecciones de cómo deberían actuar los denominados países del “Tercer Mundo”, máxime cuando los gobiernos europeos gozan de mucho menor respaldo popular que el presidente mexicano (que de acuerdo con diferentes encuestas tiene una aprobación por encima del 65%).


Es así como luego de este recorrido general, por algunos aspectos de la política exterior de México, nosotros sostenemos que cuando Pablo Iglesias preguntaba a Boric y subrayaba el “estilo doméstico” del presidente López Obrador, obviaba elementos importantes o por lo menos, no hacia una comparación justa entre Chile y México y sus particularidades históricas. Resumiendo: ningún país latinoamericano comparte 3 mil kilómetros de frontera con Estados Unidos, lo que no se convierte en una justificación, pero sí en una explicación de porqué México también debe mirar al Norte del continente y porqué debe acercarse a Latinoamérica, pero sin dejar de estrechar lazos con Estados Unidos.


El ex vicepresidente español también soslaya que México ha tenido que recuperar el respeto de las naciones de la región, sobre todo de aquellas que tienen un gobierno progresista, luego de décadas de sometimiento a los intereses extranjeros y de distanciamiento con Sudamérica. A pesar de ello, pocos países han podido plantarle cara a Estados Unidos en la propia Casa Blanca, con un discurso de soberanía e impidiendo que funcionarios norteamericanos se inmiscuyan en los asuntos estratégicos del país.


México aún tiene un largo camino para lograr revertir las consecuencias que dejo el neoliberalismo, en términos de desigualdad, de pobreza, de seguridad y de soberanía. Es imprescindible que México tenga buenos resultados al interior, para tener autoridad en la región. Es deseable que nuestro país piense en mecanismos de integración política y económica con el Cono Sur, específicamente, con la mayor potencia regional: Brasil.


En ese sentido, se abriría una ventana trascendental sí el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, ganase las elecciones en su país, pues significaría la recuperación de aquella posibilidad histórica que se frustró en el año 2006, con el fraude electoral en México, y que privó a la región de un giro progresista que abarcará del Río Bravo a la Tierra de Fuego. Por lo pronto, el gobierno mexicano avanza con un enorme apoyo popular de millones de mexicanos, que inició con una revolución electoral en el 2018 y que mantiene al presidente de México con más de 65% de aprobación.


“La irrupción plebeya” en nuestro país avanza resignificando símbolos, cambiando el sentido común y el discurso neoliberal e inaugurando un Estado de Bienestar que dote de salud y de garantías básicas a los más desfavorecidos. Por primera vez, las clases subalternas, “el México profundo”, se siente representado y siente suyo el gobierno. Los opositores al gobierno actual desprecian a un presidente salido de Tepetitán, un pequeño pueblo al sur de México, en el estado de Tabasco.Para algunos, tanto de derecha como de izquierda, dirán que a López Obrador le hacen falta viajes, o una vocación internacionalista. Sin embargo, parece que AMLO prefiere seguir el ejemplo del general Lázaro Cárdenas, que no habiendo salido de México ni antes, ni durante su presidencia, llevo a cabo la mejor política exterior que ha tenido el país y que aún es motivo de orgullo. En suma, el liderazgo no está dado por lo viajes al extranjero, sino por el ejemplo de un gobierno que comienza por hacer justicia a aquellos que votaron por él.

[1] López Obrador, Andrés Manuel (2020), Versión estenográfica. Firma de Declaración Conjunta y mensaje a medios de comunicación, Gobierno de México. Disponible en: https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-firma-de-declaracion-conjunta-y-mensaje-a-medios-de-comunicacion?idiom=es [2] Que en México significa regaño o reprimenda [3]“Zalamero” puede definirse como “adulador”. [4]López Obrador, Andrés Manuel (2022), Versión estenográfica. Conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador del 1 de abril de 2022, Gobierno de México. Disponible en: https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-1-de-marzo-de-2022?idiom=es [5] López Obrador, Andrés Manuel (2021), Versión estenográfica. Mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador. Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Gobierno de México. Disponible en: https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-mensaje-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-consejo-de-seguridad-de-naciones-unidas?idiom=es [6]Ídem [7]Ídem. [8]Ídem. [9]Ídem. [10] De lunes a viernes, de 7 a.m. a 9.a.m., aproximadamente, hora de la Ciudad de México. [11] López Obrador, Andrés Manuel (2022). Versión estenográfica. Conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador del 9 de febrero de 2022, Gobierno de México. Disponible en: https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-9-de-febrero-de-2022?idiom=es [12] López Obrador, Andrés Manuel (2019). Carta del presidente López Obrador al rey de España, 25 de marzo de 2019. Disponible en: https://www.gob.mx/presidencia/documentos/carta-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-a-felipe-vi-rey-de-espana [13] Parlamento Europeo (2022), Resolución del Parlamento Europeo, de 10 de marzo de 2022, sobre la situación de los periodistas y los defensores de los derechos humanos en México. Disponible en: https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2022-0078_ES.html [14]Ídem. [15] Gobierno de México (2022), Comunicado del gobierno de la República al Parlamento Europeo. Disponible en: https://www.gob.mx/presidencia/prensa/comunicado-del-gobierno-de-la-republica-al-parlamento-europeo?state=published#:~:text=Sepan%20diputados%20europeos%2C%20que%20M%C3%A9xico,el%20trabajo%20de%20los%20periodistas


*Gabriela é mestre em Ciências Sociais e Humanas (área de concentração: Estudos Políticos) pela École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) e graduada em Política e Gestão Social por la Universidad Autónoma Metropolina (UAM) e em Ciência Política eAdministração Pública pela Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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